domingo, 28 de marzo de 2010


Muchachos y muchachas y los de la tercera vejez, presento un espacio cerrado, mi espacio cerrado. Algunos son iracundos desde la primavera o desde que el sol hace fuerte, pero hay una calma en la sombra, cuando el céfalo escucha la música de la piel quemada se arrincona a la sombra, pues he aquí el mismo efecto, cuando cuando escribimos, cuando dibujamos, pintamos o tenemos alguna muestra de ocio o habilidad, esa habilidad debe ser mirada con otros ojos, cuando se harta uno de tener cierta figura del ocio debe deslumbrar... y he aquí pedazos de mi imaginación...

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