domingo, 28 de marzo de 2010

El piquete del alacrán es mi muerte...

El piquete del alacrán es mi muerte…
Visite cierto lugar, plagado de hormiguitas, yo era una más.
Estuve mirando el cielo azul, luego gris, luego negro, luego mis ojos por dentro del color de la noche. Calculo que pase menos de una hora apagado como dormido, cuando desperté no recordé si tuve algún sueño, pero lo que paso después si que tenía significado. Me desperté incomodo por que hacia el calor de nosotros unos hornos humanos, me enderecé por que me lastimaban mínimamente mis zapatos, entonces fui a ellos y pretendía quitármelos, pero como hacia ya la noche como anteriormente mencione sólo pude distinguir una mancha negra del que después me di cuenta que era un alacrán, lo miré con cautela y déjenme decirles que no es el mismo miedo tener una araña que es lo que primeramente pensé a un alacrán negro y la cola un poco verdosa, en cuanto me entere que era un alacrán como el de las películas y documentales que miro en programas a por que recuerdo justo ahora que nunca había mirado un alacrán en verdad ni de cerca ni de lejos mucho menos pisando mis ropas, le hable a mi camarada Ángel que me lo quitase, el estaba en otro universo por que minutos anteriores me comento que había fumado hierba mágica, el no atendió a mi desesperación por ver volar a ese alacrán por el aire o verlo con sus líquidos brotándole después de una violenta pisada, quedo como pasmado, creo que no era por miedo, si no por la gran meditación en la que entra uno después de fumar cierta flora, yo lo despabilaba de mi terror pero lo único que decía; es que si no aviento caerá en la casa de campaña, le respondí a su insignificante preocupación; me importa una mierda aviéntalo, le arrebate el zapato que apenas y acariciaba para hacer tal gesto de ayuda y lo tome de un extremo para luego chocarlo con el cuerpecito del alacrán y hacerlo volar por los aires como yo había pensado antes cuando vi mi pantalón sin alacrán tranquilice mi alborotada ansia, entonces me sacudí todas las ropas que tenia encima y revise todos los sitios que normalmente descuidamos cuando estamos en estado alerta, por buena situación no encontré más alacranes o alguna araña, revise mi entorno mínimo y no había rastros de alacranes, podían hacer guardia los muy sigilosos con tan poca claridad. Mi compañero Ángel saco de su mochila una minúscula lámpara pero iluminaba magníficamente desechando la subestimación que tuve por su mero tamaño, lo buscamos y sumo sus ojos dormilones mi otro camarada que también tiene el nombre de Ángel pero tienen sobrenombres para distinguirse de sus caras para quienes no los conoces. Lo encontramos a menos de 50 centímetros de la entrada de la casa de campaña, el alacrán hacia mala hierba entre el pasto, estaba muy escondido y como encogido, mientras la lámpara alumbraba solo a ese como si fuese un show en el que todo es oscuro y solo el personaje, artista, o comediante es alumbrado por un proyectos que dibuja un circulo en el suelo, Ángel se aventaba por su dentro de la casa para sacar un garrafón de agua que nos abasteció por la tardada y larga travesía que habíamos hecho, lo tomo por la parte baja y lo empino con la boquilla apuntando al negro alacrán, necio el alacrán no entraba a lo que seria su ultima estancia, el segundo Ángel tomo un palo pequeño de alguna rama que estaba tirada por ahí y lo empujo contra su absoluta voluntad, mientras lo hacia nosotros hacíamos un espectáculo, digo espectáculo por que seguramente mirándonos de lejos cualquiera diría que payasada o niñería están haciendo estos. El alacrán de verdosa cola se fue al fondo del garrafón, lo alumbrábamos directamente para contemplarlo y hacíamos comentarios con chiste, a mi seguía dándome escalofríos, dirán que ¿Por qué?, pues por que pensaba en el ; que bueno que no me pico, que bueno que desperté antes como si hubiese tenido en algún momento advertencia alguna de que un alacrán negro escalaba entre mis pantalones, cuando lo único descubierto que tenia en ese momento era la cara, por que vestía yo calcetines, pantalón, playera y una chamarra, su único terreno para hacer honor al pavor que tenemos seria mi rostro. Estuvimos hablando al respecto por un largo momento que en dicho momento no me placía aburrido pero recordándolo ahora que lo estoy relatando si me aburre. El segundo Ángel dijo que lo llevaría a su casa tan pronto regresáramos y lo disecaría.
Después de dos días estando en mi cuarto, hacia la tarde, checaba unos discos que recién había extraído del repertorio de Toño. Toño es un camarada mío que siendo precisos, llevo poco tiempo conociéndolo, pero cuando hablo con alguien de cine o música y me agrada en conversaciones; yo le llamo camarada. Escuchaba un disco y me pasaba con otro, otro y otro, pero uno que decía; La barranca, le cambie a la canción dos, me consterno, por que quisiera una buena explicación sobre las coincidencias o sobre el destino, ¿Cuál existe?, o, ¿Por qué no paso primero y después aquello?, quizá el transcurso de las cosas tengan un orden y nosotros sigamos creyendo en el futuro. El punto es que la canción cantaba algo así; ``El piquete del alacrán es mi muerte´´. Podre terminar este argumento sin dejar suspenso suspendido en un tercer hecho que complete este relato, ese hecho será cuando una mancha negra cubra mis ojos, cuando lo verdoso de la cola de una alacrán me lleve sobre verdosos campos custodiados por imaginación muerta. Cuando lo que crea que es mi muerte sea un sueño advertido, cuando las manos de la muerte tengan mis riendas atadas a mis pues por donde subía el alacrán, cuando….
cuando… la vida sólo sea una canción que acomoda los hilitos del universo para entrar en confusión y temor para hablar como yo lo estoy haciendo ahora….etc

No hay comentarios:

Publicar un comentario