martes, 11 de septiembre de 2012

Tempestad de Pasiones



        En el filme dirigido por el “maestro” Fritz Lang, desnuda un complejo conflicto entre amoríos y tempestades posesivas y pasionales –así como el nombre lo dice.

       Mae, nuestra asombrosa antagonista y malherida, presencia un fuerte conflicto de sentimientos y decisiones mayúsculas, los dilemas hacen presencia en nuestros tres fuertes personajes: Jerry, Mae y Earl; la presencia de Monroe es fugaz, pues, nuestro cuidadoso cineasta, centra magníficamente la trama en nuestros (co) protagonistas. 





       Hay intensidad y precisión en el guión, un estupendo trabajo en las interpretaciones de Barbara Stanwyck y Paul Douglas, el papel de éste último, es delicado, pues, presenta cambios en carácter de su persona y se hablaba hasta de un cambio ilógico en su personaje.

       Detenidamente, mirando a cada uno, en Mae encontramos una poderosa virtuosidad para mezclar carácter y seducción, podemos hablar que destaca con dicho carácter su sensualidad, aparte de su gran belleza corporal. 






       En la sesión de comentarios, se habló de Mae, se decía que ya venía maleada: diez años de abandono de su hogar es suficiente tiempo para sufrir. Caza fácilmente a Jerry, una persona ingenua, bondadosa, buena, tonta. Monroe, representa la inocencia de una mujer y de su débil mente al imitar los comportamientos de nuestra maleada mujer.

       Criticando un poco el filme, dije de mi perspectiva sobre Jerry, un tipo que había vivido ingenuamente y termina por tener dignidad y valor de hombre. Yo hablaba un poco de una repentina ilógica transición de roles en los personajes, algunos de los que se quedaron al debate, mostraron sus puntos de vista y nos encasillamos cada uno con sus conceptos. 








       Los debates me resultan más didácticos que los diálogos, Espero y las personas que asisten a las proyecciones, se queden a los debates, simplemente a escuchar cómo nos desmembramos o a participar.


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