En el filme
dirigido por el “maestro” Fritz Lang, desnuda un complejo conflicto entre amoríos
y tempestades posesivas y pasionales –así como el nombre lo dice.
Mae,
nuestra asombrosa antagonista y malherida, presencia un fuerte conflicto de
sentimientos y decisiones mayúsculas, los dilemas hacen presencia en nuestros
tres fuertes personajes: Jerry, Mae y Earl; la presencia de Monroe es fugaz,
pues, nuestro cuidadoso cineasta, centra magníficamente la trama en nuestros (co)
protagonistas.
Hay intensidad
y precisión en el guión, un estupendo trabajo en las interpretaciones de
Barbara Stanwyck y Paul Douglas, el papel de éste último, es delicado, pues,
presenta cambios en carácter de su persona y se hablaba hasta de un cambio
ilógico en su personaje.
Detenidamente,
mirando a cada uno, en Mae encontramos una poderosa virtuosidad para mezclar carácter
y seducción, podemos hablar que destaca con dicho carácter su sensualidad,
aparte de su gran belleza corporal.
En la
sesión de comentarios, se habló de Mae, se decía que ya venía maleada: diez
años de abandono de su hogar es suficiente tiempo para sufrir. Caza fácilmente
a Jerry, una persona ingenua, bondadosa, buena, tonta. Monroe, representa la
inocencia de una mujer y de su débil mente al imitar los comportamientos de
nuestra maleada mujer.
Criticando
un poco el filme, dije de mi perspectiva sobre Jerry, un tipo que había vivido
ingenuamente y termina por tener dignidad y valor de hombre. Yo hablaba un poco
de una repentina ilógica transición de roles en los personajes, algunos de los
que se quedaron al debate, mostraron sus puntos de vista y nos encasillamos
cada uno con sus conceptos.
Los debates
me resultan más didácticos que los diálogos, Espero y las personas que asisten
a las proyecciones, se queden a los debates, simplemente a escuchar cómo nos
desmembramos o a participar.
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