
Ultimamente no me gusta pensar mucho, el brillo de la luz me lastima como no tienen puta idea.
Mis ojos horribles, los dos, las dos de la mañana partida por la palabra (día).
Catastrófica mi mesa, hay más hormigas que comida, se pudren las patas de la mesa, dejando más cercana la batalla entre cucarachas y ratas que quieren tragarse mis ojos, malditos ojos envidiables, dicen mis almohadas que son los más hermosos del universo; será por que todos quieren comerlos, comerlos para verlos desaparecidos, desaparecerlos para defecarlos con groserías. Por el bien de todos, aprendamos pantomima, el lenguaje es algo que contamina, miren mis ojos sino...